
Cruciani
La historia de la marca de géneros de punto Cruciani es la historia de la continuidad y la tradición familiar. El período de posguerra en Italia fue una época de oportunidades para muchos. Lo sintió también el umbriano Arnaldo Caprai, que a los 22 años comenzó a vender textiles para el hogar y en 1955 decidió fundar su propia pequeña producción. Su fábrica producía ropa de cama bordada, manteles y servilletas. Arnaldo, gran conocedor de los tejidos, creó también uno de los mayores archivos de encajes y bordados. Su hijo Luca Caprai continuó la tradición familiar, pero puso el énfasis en otra industria tradicionalmente umbriana: la producción de cachemira. En 1992 fundó la marca Cruciani, que se basa en los mejores materiales, tecnologías innovadoras y artesanía. La fábrica compra su cachemira de alta calidad de Mongolia Interior (China) y la utiliza para crear modelos de géneros de punto de eficacia probada. El equipo de diseño crea cuidadosamente la paleta de colores para cada temporada, logrando los tonos más inusuales y también buscando nuevas formas de teñir tanto el hilo como los productos terminados. Cruciani fue uno de los primeros en rechazar los tintes químicos agresivos. En su lugar, recurrió a infusiones de flores, bayas y raíces de plantas. La sostenibilidad y la conciencia ambiental de la producción son los principios clave de la marca Cruciani. Es por eso que están marcados con el certificado noruego Det Norske Veritas “para la protección de la vida, la propiedad y la naturaleza”.
La calidad de los tejidos de punto de Cruciani se comprueba fácilmente por el peso del producto. Con la misma calidad de hilo y cantidad de hilos, los suéteres de Cruciani pesan en promedio un 10% más que los productos similares de la mayoría de las otras marcas. El secreto está en el uso que hace la marca de fibras de cachemira más finas y largas en el hilo, lo que protege los tejidos de la formación de bolitas y también hace que los productos sean más duraderos.
Los materiales más lujosos de Cruciani son los hilos Cullinam y Red Diamond, que son 6,5 veces más finos que un cabello humano, y la marca los utiliza para crear un número limitado de productos. En la tienda Sartale se pueden encontrar polos, pulóveres, suéteres, cárdigans, además de chaquetas de punto Cruciani confeccionadas en 100% cachemira y materiales mixtos.