Bontoni

La historia de la marca familiar Bontoni de Montegranaro comenzó en 2004, pero en muy poco tiempo se ha convertido en una de las marcas de calzado más respetadas. Según la antigua tradición, la bottega Bontoni (un taller situado en un edificio residencial), cabe en un espacio de apenas 100 metros en la primera planta de la casa de Franco Gadzani, zapatero de tercera generación. Su padre Manfredo y su tío Bruno también trabajan allí.

El diseño de Bontoni combina el chic italiano de los años 50 con tendencias modernas y una solidez exterior casi inglesa. La empresa produce calzado con varias tecnologías: modelos ligeros cosidos (Blake Rapid y Bologna) y zapatos soldados (Goodyear). En estos modelos, la belleza y el hábil trabajo manual se notan sobre todo: se cosen unas 100 puntadas a caballete con un punzón, dos agujas e hilos encerados, y en los modelos cosidos con puntada doble e incluso triple, son, respectivamente, dos y tres veces más. Al mismo tiempo, Bontoni no puede producir más de 12 pares de zapatos al día, y menos de 3.000 pares al año.